MotoGP, la F1 en el entorno de las motos, sigue sorprendiéndome. Cierto que la edad de sus protagonistas es temprana (un giro que quiere decir que son jóvenes) y, por tanto, satisfacen sus alegrías, sus decepciones, sus fracasos y sus éxitos mediante una serie de elementos, ceremonias y una imagen personal que, en la F1, sería no solo impensable, sino que a buen seguro que el mismo Ecclestone los prohibiría de inmediato por poco, digamos, glamorosos, o poco serios o poco elegantes...
Me refiero ni más ni menos que a los cascos de Rossi, las celebraciones en caso de victoria de Lorenzo y los cortes de pelo de la gran mayoría d pilotos. De Pedrosa no se me ocurre nada: creo que aún siendo muy joven, su carácter es demasiado… maduro.
Rossi ha estrenado un casco en el G.P. de San Marino en el cual su decoración refleja, mediante un despertador, que ya ha llegado la hora de... Despertarse; una forma de referirse a los G.P. que no ha ganado debido a su grave accidente, del cual, parece, que milagrosamente ya se ha recuperado. Recuerdo otro, el año pasado, en el que la decoración era su cara pintada en la parte superior de su casco (con expresión de espanto) que, la verdad, a mí m gustó porque en el fondo le sacaba hierro a algo tan serio como montarse en una moto rozando los 300 Km./h.
Lorenzo y su campaña: “Lorenzo Land”, nos ofreció una serie de celebraciones que le otorgaron el premio a la creatividad. En cada nuevo circuito en el que ganaba, Lorenzo plantaba la bandera de su “Lorenzo Land”, y de esta forma ninguneó las clásicas celebraciones de Rossi, muy sonadas, aparatosas a la vez que espectaculares.
Pero Lorenzo no solo plantó banderas en todas partes (porque ya ha ganado en casi todos los circuitos del mundo), sino que en ocasiones se vistió de gladiador, de astronauta y de otras cosas que ya no me acuerdo. Ganaba, y cuando se dirigía al podio, se paraba, realizaba su actuación y nos quedábamos embobados delante de la tele (o en el mismo circuito) atentos a sus cada vez más originales evoluciones.
Pero Lorenzo no solo plantó banderas en todas partes (porque ya ha ganado en casi todos los circuitos del mundo), sino que en ocasiones se vistió de gladiador, de astronauta y de otras cosas que ya no me acuerdo. Ganaba, y cuando se dirigía al podio, se paraba, realizaba su actuación y nos quedábamos embobados delante de la tele (o en el mismo circuito) atentos a sus cada vez más originales evoluciones.
Menos Simoncelli, que aún utiliza una melena rubia del tipo "afro", lo que impera en MotoGP son los cortes de pelo hiper-raros: corte tipo mohicano, al cero, con mucho pelo pero sin patillas, con dibujos (Hayden), tirabuzones y un largo etcétera. ¿Se imagina alguien a Alonso con un corte de pelo del tipo “último mohicano” en el podio de un G.P. de F1? Yo no.
Nota: me disculpo, pero de Pedrosa no se que decir. Tan chaval, tan buen piloto pero tan serio, tanto que le cuesta incluso exteriorizar sus emociones cuando gana. Qué lástima: tan joven y tan viejo a la vez.
Y este es el hecho diferencial entre MotoGp y F1. Entre un target de público, el de MotoGP, entre los 16 y los 40 años y el de la F1, entre 25 y 60 años. No lo digo yo, lo dice un estudio realizado por una agencia de publicidad británica.
